Una experiencia inolvidable. Así han calificado esta iniciativa muchos de los asistentes a la clausura de una actividad creativa que tiene como objetivo rehabilitar a las personas con discapacidad intelectual. Desde hace décadas es conocida la utilidad de los animales como elementos de integración y reeducación y bajo esa idea se ha llevado a cabo, desde principios de año, un programa de terapias ecuestres del que se han podido beneficiar un total de 26 usuarios.
Durante todo este tiempo se han realizado diferentes actividades que han englobado el contacto inicial con el caballo, su higiene y cepillado, la monta, la recogida y la limpieza de materiales. Con todo ello se ha logrado mejorar el desarrollo cognitivo, físico, emocional, social y ocupacional de las personas que padecen algún tipo de discapacidad o necesidad especial.
A la clausura del curso asistieron diversas autoridades municipales, entre ellas las concejalas delegadas de Política Social y Agricultura, María Martínez y Magdalena Méndez, respectivamente, así como el director del Centro de Día. Durante la clausura tuvo lugar una exhibición de equinoterapia, un paseo con los coches de caballos y la esperada entrega de diplomas con la que se puso fin a este curso pionero que podría contar con nuevas ediciones.